lunes, 9 de julio de 2012

Una mujer en un oído



Soy una mujer enroscada en un oído,
un sonido acurrucado de voces infinitas.
¿El murmullo eterno y repetido se hace eco en mi oído?
¿eco de risas y llantos cayendo en tanto hueco?
En adormecida angustia me levanto andocamino,
¿huellas en el tiempo sin perderse ahora y nunca?
¿Oídas por mi oído?
Una mujer enroscada en sus amores, ensimismada.
¿Desde la ternura niña de mi infancia?
¿De mi soledad sola, hasta mis miedos?
¿hasta ése quedado sólo y con su miedo?
¿De mis tardes de semillas de zapallo y fruto de palta?
¿palta de mañana de tarde y a la noche palta?
¿el aroma y gusto se hacen sonido guardado y me llaman?
¿gritan claman los recuerdos?
¿En la permanencia de sonidos, dolores, despertares,
mediosoles luna entera de mis profundidades?
¿oculta a pesar de mi, en mi pequeño oído?
¿Soy una mujer enroscada en los mis-yo?
Mi quien nadie puede, mi sentir feliznostalgia,
mi tristangustia larga, matemáticas de gritos,
antiguos estruendos, voces tantas voces,
mi amor por vos, ¿voz de tus besos que me hablan?
¿Una constante el valer la pena,
el bucear espirituando por tu encuentro?
¿Sin límite punto coma sin frontera gramática?
¿Sin frontera tierra agua aire, ninguna frontera?
¿Amándote desde mi ayer hasta mi ahora contigo y mañana?
¿Desdoblando alma la extiendo y siendo dejo de ser cuna
y despierto enroscada a vos, en vos a vos?
¿Volviendo de mi a darte mi quién soy?

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