Va una mujer por la ciudad de corazón ausente.
Hay un hombre en la ciudad con dos corazones,
lleva el propio,
y el de la mujer del renglón de arriba.
La mujer siente algo extraño y desnudo.
A veces siente en los bordes del hueco
A veces tiemblan los bordes del hueco
A veces tiemblan las ausencias del hueco
Y no se sabe la razón de tal circunstancia.
Quizá el hombre deslizó sus manos
en algún bolsillo de su chaqueta y sus dedos
que buscaban llaves o documentos,
se toparon con la tibieza de un corazón perdido.
Quizá por eso siente la mujer éso.
A veces siente en los bordes del hueco
A veces tiemblan los bordes del hueco
A veces tiemblan las ausencias del hueco
Como cuando era dueña de su corazón ausente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario